Ni en un millón de páginas se podría describir todo el encanto que puede ofrecer Venecia a sus visitantes; es una ciudad a la que todo el mundo le gustaría ir por ser la ciudad más peculiar del mundo, con sus plazas, callejuelas, puentes y patios; es un destino turístico que no tiene una época del año concreta para visitarla, pero en verano suele estar prácticamente intransitable; quizás la época más bonita para visitarla es el invierno, cuando sus plazas se encuentran inundadas y la única forma de que no nos llegue el agua a las rodillas es pasando por las pasarelas de madera que instalan a tal efecto.
El centro histórico de Venecia se encuentra formado por 118 pequeñas islas unidas por más de 400 puentes por lo que para visitarla sin perdernos necesitaremos disponer de un buen mapa; la mejor manera de visitar la ciudad es a pie, pues se puede cruzar Venecia de punta a punta en apenas media hora; para cruzar el canal que la atraviesa, el canal Grande, podemos usar los traguetos, góndolas colectivas, y para movernos de un lado a otro disponemos de los vaporetos, o autobuses acuáticos; también existen taxis acuáticos, con una tarifa no apta para correcaminos.